Sugieren que sectores se involucren para enfrentar la epidemia.
SANTO DOMINGO. Para enfrentar la fiebre chikungunya, que esta semana podría superar los 90 mil casos, es necesario seguir las orientaciones del Ministerio de Salud Pública de retirar las chatarras que acumulan agua de lluvia de los patios y entornos, untar cloro y tapar los envases con el líquido, para evitar que se conviertan en criaderos del mosquito Aedes aegypti, que transmite la enfermedad.
Para controlar la epidemia es necesario también que las personas duerman con mosquiteros, usen repelentes, no acumulen tiestos, ni recipientes que sirvan de reservorio al zancudo.
Las autoridades entienden también importante, que la población acepte que el virus chikungunya lo transmite la picadura del mosquito y que no se trata de material químico ni contaminación del medio ambiente, como creen muchos.
En ese orden, el infectólogo, Jesús Feris Iglesias, dijo que la epidemia se detendrá cuando haya conciencia por parte de la ciudadanía y los servicios de agua y basura sean eficientes. Considera necesario la colaboración de todos los sectores, incluyendo al Ministerio de Educación, para que involucre a los estudiantes y maestros en la eliminación de criaderos de mosquitos.
Señala Feris Iglesia que en la medida que los estudiantes aprendan a eliminar los criaderos del zancudo, en su adultez, sabrán evitar éstos en sus hogares.
Hospitales
Niños, hombres, mujeres, ancianos y embarazadas llenaron ayer las emergencias de los hospitales Luis Eduardo Aybar, el municipal de Villa Mella, así como los infantiles Robert Reid Cabral y Santo Socorro, en busca de asistencias médica. Unos se quejaban del dolor, otros tenían la piel llena de erupción y algunos se abrigaban con toallas, para enfrentar los síntomas del virus.
En Villa Mella los pacientes formaron una fila, para garantizar el orden, pero en más de una ocasión el desorden se impuso.
"No es mosquito"
A medidas que aumentan los casos de la fiebre chikungunya en el país, crece en la población la duda de que el virus sea transmitido por el mosquito Aedes aegypti.
De 15 pacientes consultados al respecto, solo uno contestó que la fiebre es producto del mosquito.
De plano, respondieron "no" y con mucha seguridad decían que se trataba de un virus y una contaminación que está en el ambiente.
Y otros, como María Carolina, de Villa Liberación, a quien el virus afectó, repetía lo que muchos dan por hecho, de que se trata de un material nocivo que lanzaron en Haina.
"A las autoridades que hablen la verdad, que no nos tomen por tontos, si es el mismo mosquito del dengue, porque éste tiene que darle a todos en una casa y hasta a los vecinos, y el dengue no", dijo José Gómez, del sector Villa Francisca.
Jornadas en Santiago y barahona
La dirección provincial de Salud Pública, en Santiago, realizó durante el fin de semana una jornada de descacharrización, fumigación y orientación a las familias, para prevenir la chikungunya.
La directora provincial, Venecia Quiñones, dijo que la acción involucró a instituciones públicas y privadas, así como a cientos de voluntarios, y consistió en recogida de basura, chatarras y eliminación de criaderos. En tanto, que en Barahona el Ministerio de Obras Públicas fumigó varios templos religiosos para proteger a las personas que concurren a esos espacios del chikungunya y el dengue.
Para controlar la epidemia es necesario también que las personas duerman con mosquiteros, usen repelentes, no acumulen tiestos, ni recipientes que sirvan de reservorio al zancudo.
Las autoridades entienden también importante, que la población acepte que el virus chikungunya lo transmite la picadura del mosquito y que no se trata de material químico ni contaminación del medio ambiente, como creen muchos.
En ese orden, el infectólogo, Jesús Feris Iglesias, dijo que la epidemia se detendrá cuando haya conciencia por parte de la ciudadanía y los servicios de agua y basura sean eficientes. Considera necesario la colaboración de todos los sectores, incluyendo al Ministerio de Educación, para que involucre a los estudiantes y maestros en la eliminación de criaderos de mosquitos.
Señala Feris Iglesia que en la medida que los estudiantes aprendan a eliminar los criaderos del zancudo, en su adultez, sabrán evitar éstos en sus hogares.
Hospitales
Niños, hombres, mujeres, ancianos y embarazadas llenaron ayer las emergencias de los hospitales Luis Eduardo Aybar, el municipal de Villa Mella, así como los infantiles Robert Reid Cabral y Santo Socorro, en busca de asistencias médica. Unos se quejaban del dolor, otros tenían la piel llena de erupción y algunos se abrigaban con toallas, para enfrentar los síntomas del virus.
En Villa Mella los pacientes formaron una fila, para garantizar el orden, pero en más de una ocasión el desorden se impuso.
"No es mosquito"
A medidas que aumentan los casos de la fiebre chikungunya en el país, crece en la población la duda de que el virus sea transmitido por el mosquito Aedes aegypti.
De 15 pacientes consultados al respecto, solo uno contestó que la fiebre es producto del mosquito.
De plano, respondieron "no" y con mucha seguridad decían que se trataba de un virus y una contaminación que está en el ambiente.
Y otros, como María Carolina, de Villa Liberación, a quien el virus afectó, repetía lo que muchos dan por hecho, de que se trata de un material nocivo que lanzaron en Haina.
"A las autoridades que hablen la verdad, que no nos tomen por tontos, si es el mismo mosquito del dengue, porque éste tiene que darle a todos en una casa y hasta a los vecinos, y el dengue no", dijo José Gómez, del sector Villa Francisca.
Jornadas en Santiago y barahona
La dirección provincial de Salud Pública, en Santiago, realizó durante el fin de semana una jornada de descacharrización, fumigación y orientación a las familias, para prevenir la chikungunya.
La directora provincial, Venecia Quiñones, dijo que la acción involucró a instituciones públicas y privadas, así como a cientos de voluntarios, y consistió en recogida de basura, chatarras y eliminación de criaderos. En tanto, que en Barahona el Ministerio de Obras Públicas fumigó varios templos religiosos para proteger a las personas que concurren a esos espacios del chikungunya y el dengue.